En estos tiempos, de alta tecnología, vivimos de espaldas a nuestro Sí Mismo.   Dice San Agustín que el hombre se preocupa por hacer turismo a grandes lagos, a las montañas, a desiertos, valles, etc.  pero no invierte tiempo en realizar turismo interior, en voltearse a ver a uno mismo.

No es fácil encontrarse con uno mismo, pero si no nos amamos a nosotros mismos como vamos a estar preparados para amar a los demás.  

¿Qué tanto nos conocemos? según la ventana de Johari (👈 dale click para más info) existe un punto ciego que sólo es percibido por quienes están a nuestro alrededor y que nosotros no podemos ver.  En realidad la mitad del cuadro escapa a nuestros sentidos: el inconciente y el punto ciego. El cuadro que falta es el punto que sólo compartimos con nosotros,  lo que nos lleva a que la mitad del cuadro la conocemos pero sólo la mitad de esa mitad es lo que compartimos con el exterior.

En las labores cotidianas me encuentro con parejas que usualmente uno de los integrantes cursa con síndrome de ansiedad con sensación de dolor torácico pensando que padece un infarto inclusive con irradiación al brazo izquierdo.  Al realizarles electrocardiogramas y pruebas de laboratorio los resultados muestran: todo normal.  ¡Qué problema! no encontramos nada pero la persona se siente mal y con un estrés intenso. 

Al preguntarle al acompañante sentimental, sobre lo que sucede, usualmente encontraremos la respuesta. Y la respuesta es que no comparten sus problemas, llegan cansados a la casa, se sientan a ver televisión,  revisan sus redes sociales,  ven a los hijos, se acuestan y no conversan.    En el caso de que la persona viva sola el caso es aún más radical.   Debido a que se nos olvida que no es lo mismo estar solos que sentirse solos.

Hacer turismo interior viajar hacia adentro de nosotros y conocernos es lo que nos recomendaba San Agustín hace varios siglos atrás.  Hoy en día sigue siendo una recomendación válida para la vida.  Por mi parte, sigo descubriendo lo que decía San Agustín: Nos has hecho Señor para ti y nuestra alma no descansará hasta que descanse en ti.  Así que te invito a que busques para encontrar y encuentres para seguir buscando.   Estamos para acompañarte.   Puedes contactarnos en este momento y coordinar una consulta médica en tu casa.