La atención oftalmológica es algo que tendemos a dejar para después y pasamos por alto que esto puede comprometer para siempre nuestra calidad de vida.
Entre las razones más frecuentes por las que NO tomamos la decisión de atendernos a tiempo están:
1. Pensar que la molestia se resolverá pronto o por sí sola.
2. Por miedo a lo que nos diga el médico.
3. Falta de tiempo.
Las enfermedades oculares, específicamente las afecciones retinianas, suelen disminuir la visión rápidamente; sin embargo en muchas ocasiones nos dan síntomas tales como visión borrosa, distorsión de las líneas rectas, visión de puntos negros o rayos de luces, etc. Muchas veces es en este momento cuando debemos buscar que nos revise el oftalmólogo para que nos diga si estamos teniendo el inicio de un padecimiento ocular.
Por otro lado existen entidades clínicas en el campo de la oftalmología que se desarrollan de manera silenciosa y sin síntomas como por ejemplo el Glaucoma Crónico Simple. Esta enfermedad inicia en la adultez y generalmente sigue un patrón hereditario. Por lo que debemos buscar la atención para detectarlo (aunque no tengamos síntomas) si algún pariente ha sido diagnosticado anteriormente con esta enfermedad.
Al sentir una pérdida de la calidad de nuestra visión mono o binocular debemos buscar prontamente la atención oftalmológica y no dejarlo para después ya que esta acción sin duda marcará la diferencia en nuestro diagnóstico, tratamiento y finalmente el pronóstico visual.
Dra Ana Victoria Paz Fuentes
Oftalmólogo
Consulta oftalmológica personalizada para pacientes adultos y pediátricos. Especialista en Retina Vitreo y Macula. Trata...
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