Existen algunas palabras y frases que desde pequeños se nos ha hecho saber que son sinónimo  de miedo, terror y desesperanza, entre esas: "Tengo Cáncer".

Para el que  padece la enfermedad es muy difícil aceptar que la tiene, pero por lo menos ( aunque no son todos los casos) la persona tiene la apertura para expresar sus miedos, se permite llorar y manifestar las inseguridades que le genera vivir con esta enfermedad.

De la misma manera, los seres queridos de la persona quedan significativamente afectados con esta noticia, SIN EMBARGO, hay una diferencia; la familia de manera casi automática se blinda o suprime sus emociones, bajo la lógica de: "Debemos ser fuertes para que "fulanit@" no sé altere más.

La idea de no mostrar las preocupaciones, el llanto, el miedo al futuro frente al paciente, se da con buenas intenciones, pues pretenden "cuidarlo", pero aunque bien intencionada, es  una idea errónea.

Aquel que es diagnóstico con cáncer, lo único que quiere es salud y que pueda seguir sintiéndose importante en sus responsabilidades familiares.

Y al ser tratado entre algodones, dónde no se le permite ni buscar un vaso de agua por su cuenta, solo genera un mayor sentimiento de impotencia e inutilidad.

Familiar, recuerda que esa persona te conoce de toda la vida. Identifica tus cambios de ánimo o cuando estás disimulando. El hecho de que ocultes tu dolor y preocupación sólo le genera mayor  culpa y frustración al paciente.

Tu rol es sentarte con él o ella, llorar juntos, apoyarle ( no sobreprotegerle), hablarle de la película que viste, del chiste que escuchaste o de tu día en el trabajo.

Tu rol es pedirle ( dependiendo de las condiciones físicas y de energía del paciente) que te ayude en las actividades del hogar, que se sienta útil, no una carga.

No le mires con lástima, trátale con dignidad y respeto, pídele tareas que cumplir,  exprésale tus miedos, pero también tus esperanzas y planes, pídele consejos.

En pocas palabras, tu principal rol como familiar es permitirle a la persona seguir sintiéndose que puede  tener una vida a pesar del cáncer.

Psic. Carlos A. Ayala C.