¿En algún momento sentiste que necesitabas a una persona a tu lado para ser feliz? que mucha de las cosas que hacías giraban en torno a esa persona y tus decisiones estaban claramente influenciadas por lo que pensaba o expresaba esa persona. ¿Llegaste a pensar que estar solo/a era sinónimo de infelicidad a pesar de todas las cosas positivas que podías tener en tu vida? En resumen, pusiste todos los huevos en una sola canasta. No pasa nada, es mas normal de lo que piensas y si estas leyendo este blog es porque empiezas a aceptar lo que esta pasando, ahora es tiempo de tomar acción y aprender a ser autónomos, a perder el miedo a la soledad y ver a  las demás personas (pareja, familia, amigos) como un complemento de nuestra felicidad, descubrir las cosas que nos gustan y disfrutarlas de manera individual.

Otro aspecto muy importante que debemos tomar en cuenta es la importancia de nuestra individualidad y como puede verse afectada por la dependencia emocional, cuando empezamos a cambiar nuestra forma de vestir, hablar, y el conjunto de cosas que antes nos caracterizaba, todo por encajar en un estándar impuesto por la otra persona. Podemos tratar de mejorar ciertos aspectos de nuestra vida que pueden o no afectar en cierto grado la relación que se tenga en ese momento, el problema esta cuando cambiamos exclusivamente para agradar a la otra persona olvidándonos de quienes somos e incluso volvernos una isla donde solo hay espacio para esa persona con la que desesperadamente creemos necesitar estar.

Hay una línea muy delgada entre amar y necesitar a una persona, por eso es impórtate trabajar desde adentro y construir esta autonomía que nos permite ser feliz estando solos o acompañados, y en ese momento decidir que queremos compartir con alguien mas de esas cosas que disfrutamos, ya que las relaciones deben ser equitativas, donde cada persona aprende del otro, teniendo como objetivo principal crecer y apoyarse mutuamente.

Por ultimo debemos recordar que somos seres completos, no la mitad de alguien más, por lo tanto amar debe ser una acción consciente donde dejamos entrar a otra persona en nuestra vida para sumar y compartir.