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Tratamientos libres de medicaciòn

Muchas veces los pacientes no necesitan pastillas, sino ser escuchados y recibir unas palabras de aliento con las que se identifiquen y para que, desde su subconsciente, echen a andar mecanismos de cambio a nivel cognitivo, emocional y conductual. En mi experiencia clínica he podido constatar dicha aseveración. Es cierto que los cambios en psicoterapia requieren, en la mayoría de los casos, un número de sesiones superior a 15, pero también ocurre que en una sola sesión un paciente logra acceder a una especie de insight (visión interna) o mecanismo automático que genera un cambio profundo o repentino. Es como si se diera una especie de clic en alguna parte de su cerebro, desencadenando una serie de eventos cognitivos y emocionales que conducen al cambio.

En Panamá, la salud mental sigue siendo un concepto muy influenciado por el modelo médico. Este plantea que las alteraciones de la mente, o dicho de otro modo, los trastornos psicológicos y psiquiátricos son consecuencia de un desequilibrio neurobioquímico a nivel cerebral, y desde esta perspectiva ese desequilibrio o desregulación solo puede o debe ser tratado mediante medicación.

Recuerdo a una paciente a la que sus jefes le recomendaron acudir a un psiquiatra para que le recetara medicación, porque padecía una serie de síntomas a consecuencia de un desequilibrio en el neurotransmisor serotonina. También he escuchado a familiares decir que si van al médico y manifiestan algún síntoma, como el insomnio, casi instantáneamente se les receta alguna pastilla. De modo que para cada malestar subjetivo es posible obtener un fármaco.

De esta manera, alteraciones como la depresión y la ansiedad son tratadas casi exclusivamente mediante tratamiento farmacológico. Hay suficiente evidencia que sostiene que para tratar la depresión moderada y la distimia (una forma leve, pero crónica de depresión), los tratamientos cognitivos conductuales suelen ser igual o más eficaces que el tratamiento farmacológico.Uno se sorprende al ver cuánta gente se vuelve adicta a los fármacos para sobrellevar el diario vivir y la angustia, para tratar malestares somáticos, asociados al estrés, o para superar un dolor emocional.

El modelo médico plantea una intervención directa sobre los procesos fisiológicos (de abajo arriba), que por sí sola no tiene una eficacia directa sobre aquellos mecanismos psicológicos que llevan al paciente a desarrollar una alteración mental y conductual.

No se trabaja sobre la etiología psicológica que parte de una serie de mecanismos cognitivos, emocionales y conductuales (en gran medida aprendidos a lo largo de la historia del sujeto), que si no se modifican harán al paciente vulnerable a subsecuentes recaídas y, por otro lado, dependiente permanente de los fármacos.

En las últimas décadas, la psicoterapia ha evolucionado hasta el punto de acceder a un proceso investigativo que permite contrastar su efectividad. De la misma manera que la psiquiatría cuenta con herramientas para el tratamiento de los problemas de salud mental, principalmente el farmacológico, el psicólogo puede recurrir a una serie de herramientas y técnicas, tanto de evaluación como tratamientos, basados en evidencia.

No tenemos nada en contra de la psiquiatría, al contrario, la consideramos de suma importancia, sobre todo, para el tratamiento de condiciones severas como las psicosis. Sin embargo, su trabajo debería ser complementario, pues el enfoque interdisciplinario es más efectivo para tratar los problemas de salud mental. En Panamá, ya debería trabajarse desde una perspectiva integradora a nivel de los profesionales de la salud mental.

 

 

Mg Ivan Samaniego

Psicologo , Otras Especialidades , Consulta Online

Psicólogo clínico y psicoterapeuta, con experiencia en el abordaje de diversas alteraciones mentales y emocionales, co...

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