A nivel mundial se han registrado 506 millones de casos de coronavirus (SARS – CoV-2 ) a la fecha
del 19 de abril del 2022. El coronavirus que se origino en la ciudad China de Wuhan se ha extendido
a todos los países de la geografía europea y del mundo.
La Pandemia por el COVID-19 ha impactado significativamente en todos los estratos sociales del país
afectando a más de 774,500 personas, llenando de luto y dolor a hogares panameños por un total
de fallecidos que superan los 8,180, según datos publicados por el Ministerio de Salud de Panamá,
abril, 2022.
Esta crisis sanitaria prolongada que ha traído consecuencias negativas en el bienestar de las
personas directa e indirectamente, en la economía de los ciudadanos y el desarrollo social a nivel
nacional por cada una de las medidas impuestas por el gobierno para evitar la propagación del virus
como la cuarentena total, parcial, uso obligatorio de mascarilla, pantalla facial en los medios de
transporte, vacunación masiva y otras.
Debido a la afectación del estado de salud de los 761,100 pacientes recuperados que requirieron
hospitalizaciones en unidades de cuidados intensivos, salas de cuidados respiratorios
especializados, aislamientos en domicilios, hoteles, albergues y lo importante de la estimación que
el 10 % de esta población afectada por esta condición podrán desarrollar síndrome postcovid-19
Según una revisión de más de 200 artículos publicada en Nature Medicine en marzo de 2021, el
común de los pacientes presento a los 60 días del egreso: Cansancio, dificultad respiratoria, dolor
en el pecho, alteraciones de la memoria, sueño, dolor en las articulaciones y disminución de la
calidad de vida.
Luego de la fase aguda de la enfermedad que por lo general ocupa en promedio las primeras cuatro
semanas se presenta un periodo considerado subagudo en que un grupo de pacientes tendrá otras
manifestaciones clínicas consideradas como complicaciones asociadas a la infección aguda por
SARS-COV-2 entre las que se observan: cardiacas, gastrointestinales, osteomusculares,
neurológicas, renales y psiquiátricas.
El síndrome postcovid-19 consiste en la aparición de síntomas y signos luego de una infección
persistente que continúa por más de 12 semanas, condición clínica que conlleva hacer un abordaje
integral para detectar oportunamente secuelas que afectan a realizar sus actividades habituales en
el domicilio, empleo o estudios en todos los niveles.
Es fundamental recibir una atención médica general, individualizada, centrada en el ser humano y
no en la enfermedad que, a través de la elaboración completa de una historia clínica, examen físico
completo, evaluación cuidadosa, escuchar a los pacientes, se pueda clasificar a los pacientes según
el riesgo bajo, moderado y alto para tratamiento temprano, recuperación y rehabilitación.
Los pacientes que se perciben bien evaluados y orientados y que mantienen una relación médicopaciente armónica tendrán menor necesidad de medicamentos sintomáticos y estudios
diagnósticos innecesarios.
Es necesario aumentar nuestra inmunidad y el cumplimiento de recomendaciones nutricionales
generales a nivel internacional dictadas por la Academia Española de Nutrición y Dietética y del
Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas: Mantener una buena hidratación,
consumir al menos 5 porciones de frutas, vegetales al día, consumo de productos integrales,
legumbres, elegir productos lácteos preferentemente bajos en grasa, ingesta moderada de
alimentos de origen animal, ingerir frutos secos, semillas, aceite de oliva y evitar los alimentos
precocinados y la comida rápida.
Los micronutrientes generalmente derivados de la ingesta de alimentos, como las vitaminas A, D,
B12, hierro, zinc, y el complejo B al igual que la vitamina son esenciales en la nutrición y la inmunidad
tal como lo mencionan en el informe de nutrición y alimentación sana postcovid-19 en el IV Foro
Internacional de Salud y Bienestar en Santa Cruz-Bolivia, septiembre, 2020.